Sí, como lo oís. Odio la vida de los adultos, todo son problemas.
El pasado domingo, tras 20 días de pérdidas y dolores en los ovarios me acerqué a urgencias y acabaron haciéndome un legrado; bien es cierto que la ilusión se va perdiendo con los días y casi te esperas ese final, pero...ostias...es duro, aparte de doloroso.
Tras llegar a casa y descansar, porque salir de un quirófano (además de pasar la noche allí) te deja un poco pof físicamente, lo que más me apetecía era coger a mi perro y caminar y caminar harta ya de los días en reposo, que además empezaba a notar en mi culo.
Le tiré la misma pelota que ya le había tirado mil veces; la cogió al vuelo y le entró demasiado en la garganta, y tras 3-4-5 minutos de una inmensa angustia y agonía, Simón se ahogó...y murió. Así...ya está...y yo estaba allí...y no pude hacer nada, más que acariciarle y decirle al oído lo mucho que le quería y que estaría con él hasta su último suspiro.
Intenté sacarle esa puta pelota...pero no pude...
Así que por favor, ya se que no murió ni mi madre, ni mi marido, ni mi hermano....HA MUERTO MI PERRO...y respetad que lo llore como se merece.
......quiero que vuelva....